miércoles, 24 de junio de 2009

PUNTO FINAL

Que ganas tengo de que sólo seas un lejano recuerdo.
Que tenga que esforzarme por recordar tu nombre,
y sólo seas el motivo por el que me enorgullezca por haberte sobrevivido y superado.
Por haber trepado cada una de tus maldades.

Cómo me gustaría firmar mi despedida con un hasta nunca
y no tenerle miedo a esa palabra.
De subrayar mi última frase y zanjarlo con un gran punto final.

Pero el vértigo me lo impide y se desliza entre mis incertidumbres
Te grito por las esquinas con la esperanza de que el eco se vuelva con más fuerza
y me empuje hacia el avismo, hacia otros caminos,
sin pánico a encontrarme en el punto de partida.

Que ganas tengo de borrarte.
De reírme de tus torpezas, de tus malas artes.
Que ganas tengo de sentirme fuerte para decirte adiós;
no ha sido un placer conocerte,
aunque me hayas hecho más fuerte.