sábado, 20 de junio de 2009

MI SENCILLA DESPEDIDA

Hace ya un mes que estoy buscando las palabras para dedicarles una despedida. En tan sólo unos días se marcharon dos personas a las que he admirado, admiro y admiraré profundamente. Incluso llamarles personas me parece demasidado corriente para alguien que tiene el don de transcender a lo material, a lo cotidiano, y reinventar la piel y cada uno de sus sentidos, hasta llegar a hacerlos de todos los que hemos querido y sabido respirarlos.

Es curisos que hayan decidido apagarse en la estación en la que la vida se muestra con más ganas de renacer. Quizás han creído que ya era hora de brotar en otros campos.

Sea como sea, quiero decirles de esta forma tan sencilla: gracias y hasta siempre. Gracias por esta inmesidad con olor a hierba recién cortada, de color verde vibrante provocado por las necesarias tormentas de invierno.

Sé que estas palabras se quedan en nada. No son suficientes. Pero tampoco quería demorar más mi despedida, y creo que nunca encontraré las palabras merecidas.

Prometo (y estoy segura de que también lo harán todos los que hemos aprendido a vivir y sufrir con vosotros) que seguiré tumbándome en los campos verdes en los que ha germinado cada semilla que plantasteis.

1 comentario:

pájarosporlaboca dijo...

Y resulta que me has dado un pequeño gran empujón para que hiciera algo que nunca hubiera pensado que haría...y aquí me tienes :)