jueves, 31 de diciembre de 2009

Deja que me quede un poco más aquí

Deja que me quede un poco más aquí, perdida entre tus costillas. Deja que calme la tristeza que llegó de puntillas, guarecida en tus pupilas. Mientras las nubes inundan con su lluvia todas mis heridas, deja que me quede un poco más aquí, refugiada de mis iras, entre tu barbilla y tu nariz respirando fantasías. Antes de que vuelva a salir el sol, deja que me quede un poco más aquí, hasta que se desvanezcan mis pesadillas. Antes de que llegue otra despedida, deja que me quede un poco más aquí, entre tus brazos dormida.
Deja que me quede un poco mas así, desdibujando tus manías. Esas que yo misma mal decía, y hoy quiero compartir. Deja que adormezca las mentiras que contamos a escondidas para no hacernos sufrir, esas que a veces me creía. Mientras el mundo sigue frenético, deja que me quede un poco más así, borrando cicatrices que separan nuestras vidas. Ahogando miedos y osadías que nos mataron a media luz, deja que me quede un poco más así, entre tu boca y la mía. Antes de que llegue un nuevo día y otra vez la despedida, deja que me quede un poco mas así, abrigados por una soñolienta sonrisa.
Deja que me quede un poco más aquí, en tu pecho escondida. Deja que me que un poco más así, amaneciendo entre caricias. Quédate un poco más aquí así, aunque sólo sea una ilusión, aunque sólo sea por un día.

martes, 29 de diciembre de 2009

LA CASA DE VENTANAS EMPAÑADAS

Lluvia, paraguas,
manos, bolsas
caras, botas de agua
cigarros, charcos.
La gente va y viene
Viene y va
Sin detenerse
Me pregunto si todos
tienen claro hacia donde van

A mí me gusta caminar despacio
Y mirar
esos paraguas rojos, verdes, lilas y negros,
las gotas que turban los charcos,
las caras limpias y marchitas
marchitas y maquilladas
ocultas bajo los abrigos
sonrojadas por el viento
y los cigarros,
y las botas de agua
y a la gente
Que viene y va
Que va y viene
Con sus hijos, amigos,
o solos
Con prisa o calma
y me vuelvo a preguntar
a dónde van
mientras yo deambulo
entre calles, lluvia, caras,
cigarros, voces, paraguas
y pensamientos:

Dicen que
todo depende del cristal
desde el que se mira
Yo no puedo evitar que
se empañen mis ventanas.

A veces pienso que podría
sentarme en una esquina
y simplemente esperar
esperar a que mi alma
termine de serenarse
o se aburra de estar aburrida
Sentarme en cualquier esquina
a pedir una limosna para achicar
de mi alma cada gota de estas tormentas
sin tregua
que avivan el verde de los paraguas
y también los grises
de las paredes de mi co-razón

Yo camino despacio
Y me voy perdiendo entre
Las caras y los abrigos
Entre las bolsas de plástico
Y los bolsos de piel
Me desvanezco entre la gente
Y me convierto en la señora
Del abrigo rojo
Y en la bocanada de humo
Del chico de los pantalones verdes
En los maniquíes desnudos
pero abrigados
con guantes, bufanda y gorro de lana
En las aceras encharcadas
Y en sus charcos
Profanados por niños
que estrenan botas de agua
En los adoquines que ven pasar
día tras día
a toda esa gente
que va y viene y viene y va
mientras trato de adivinar
hacia donde van
y si yo debería ir, como ellos,
hacia algún lugar.

Dicen que
todo depende del cristal
desde el que se mira
Yo habito la casa
de las ventanas empañadas.

Zahara – Domingo Astromantico
http://www.youtube.com/watch?v=uyP1jRemcMM&feature=related

lunes, 28 de diciembre de 2009

COLECCIONISTA DE CANCIONES TRISTES

Es difícil bailar con los zapatos llenos de agua
y sonreír a los conocidos con la cabeza bien alta
y mirándoles a los ojos
cuando tienes los bolsillos llenos de piedras
Es difícil echarle ganas a la cosa cuando
ni la cosa tiene ganas
y hacerle un corte de mangas a las nubes
sabiendo que te pueden llover encima
durante días sin descanso
Es difícil poner la otra mejilla
sobre todo porque sólo tengo dos
y ya llevo unas cuantas ostias
Ya no voy a bailes de disfraces
porque, en realidad, las máscaras
hace tiempo que son mi rutina
Tampoco necesito recordar los días grises
porque las tormentas se han apropiado
del lado izquierdo de mi cama
He terminado coleccionando
las palabras de canciones tristes
y los recuerdos alados que se pasean
agarrados a un roído taca-taca
cuyo traqueteo oigo acercarse
por el pasillo de mi casa
cuando empieza a ponerse el sol
Es difícil reír sin motivos
y también llorar sin ganas
aunque tenga más de mil
minutos soleados
y otros tantos ataviados
de riguroso de luto.

jueves, 17 de diciembre de 2009

AUTOINMOLACIÓN

No puedo evitarlo,
practico la auto-inmolación.
Me gusta imaginarte besando a otra.
Me gusta que me hables de ella.
Me gusta que me mandes su foto
y ponerle cara a la puta
a la que jamás me pareceré,
y tanto envidio.

No puedo evitarlo,
como en la guerra,
en el amor, mi religión
es la inmolación.
Espero acumular tanta ira
que acabe explotando,
y así, quizás,
pueda terminar con esta agonía.

jueves, 10 de diciembre de 2009

SANGRE

No hay intrusos en mi estómago, ni orgasmos en los que me roben el alma. No hay olor a hierba recién cortada, ni su tacto bajo mis pies, ni rozándome los muslos mientras me enredo entre sus ganas. No hay abrazos en los que fundirme y bajar la guardia. No hay lunes llevaderos con recuerdos de la noche anterior, ni ascensores que me lleven a lo más parecido al cielo, o a infiernos con ventanas empañadas. No hay mensajes de buenas noches, ni un politono que me anude las tripas con la garganta. Empiezan a borrarse las añoranzas y los recuerdos que conservaban el tacto, el olor, el sabor de su piel sudada. La nieve, aquella “bonita estampa”, es lo más parecido que podría encontrar si me atreviera a asomarme al espejo y mirarme a la cara: Fría como la muerte pero con sólo una caricia podrías matarla. No hay ilusiones en el calendario, ni deseos retorciéndose en mi cama. No hay a quién esperar, a quién imaginar asaltando mi fortaleza, quién pueda redondear las espinas de mi alma. Las luces sólo son energía para el consumo ajeno, y las sombras el color que se esconde bajo mi almohada. No hay susurros, ni respiraciones, no hay palabras, ni siquiera su eco en mis sábanas. Me he fumado las penas y las alegrías, las he recortado y pegado en forma de palabras. He escurrido mis entrañas para sacar cada gota de vida, he exprimido todas las venas de este cuerpo putrefacto en un intento de revivir, de vivir, o de morir con la cabeza alta. Ésta es mi última gota de sangre. Y es sangre coagulada ……………………............................

martes, 8 de diciembre de 2009

HAPPY ENDING?

De pequeña a mí también me leyeron
todos esos cuentos de
princesas desterradas,
y víctimas de maleficios
de hijastras sometidas,
y damiselas bajo cautiverio.
Y todos ellos coincidían en lo mismo:
el Happy Ending
(con un bonus: un "principe" forrado
y buenorro)
Claro que había otros sin final feliz
pero terriblemente románticos
en los que los amantes preferían morir
a no poder pasar juntos el resto de sus días
Y confieso que aquel final,
ese de “El amor todo lo puede”
me parecía irresistiblemente esperanzador.


Han pasado unos años desde entonces
Unos cuantos años
Y uno se da cuenta de que,
después de haber vivido alguna que otra
Bonita
Romántica
Difícil
Jodida
Dolorosa
Agónica
Generosa
Retorcida….(a veces todo a la vez)
Historia de amor (¿?),
resulta que la realidad es que
los castillos son de protección oficial
y están adjudicados de antemano
a los hijos de fulanito y menganito
y que los proyectos a príncipe
han preferido
echar un polvo con alguna tía
que está más o menos buena
pero que saben seguro que
por la mañana
se habrá convertido en calabaza.

Y me jode.
Sí, me jode.
Me jode y odio haber sabido
a tan influenciable e inocente edad
de todas esas películas, cuentos y canciones.
Odio a los acaramelados
A los románticos empedernidos
A los que me juraron amor eterno
Y sobre todo
A los que no me prometieron nada
Odio a La Bella durmiente
A La Cenicienta
A La Bella
A Julieta y
A la puta de Julia Roberts

Llamadme envidiosa
Ingenua, tonta, rencorosa
Los más probable es que tengáis razón
Y supongo que debo agradecer,
en gran parte,
el desarrollo de tales virtudes
en mi persona
a todos los que decidieron
no acabar su cuento con un:

“Y la tonta de Blancanieves
se comió la jodida manzana
y nadie fue a rescatarla
porque el cabrón del príncipe
se había fugado con la
retorcida madrastra
que era más madurita
y por ello
mucho mejor en la cama
e indiferente al compromiso

FIN”

lunes, 7 de diciembre de 2009

ASFIXIA

Cómo os puedo explicar que estoy cansada, y aburrida, pero que tengo ganas. Tengo ganas de tener ganas, ganas de olvidarme de quien me tenga que olvidar, y ganas de acordarme de ti con razón, porque vuelves a estar. Cómo os puedo explicar que estoy un poco harta de que se me erice la piel al escuchar "Carpe Diem" y de que me convenzan los manidos argumentos de “la vida sólo es una, aprovéchala”, y aun así ser incapaz de llevarlo a la práctica.
Será que creo ser quien no soy, y que no quiero ser quien soy. Será que pienso que todo es más sencillo de lo que lo hacemos, mientras yo misma me enredo en este ovillo de infinitos hilos con el que intento tejer, no sé muy bien qué, pero algo parecido a lo que llamamos "la vida que yo quiero".
Será esta insoportable duda de si tirar definitivamente la toalla o intentar, una vez más, rodear con ella el cuello de mi peor enemigo (sea quien sea) y apretar con toda mi rabia acumulada, mis frustraciones, mis miedos e incertidumbres hasta llevarme su último aliento.
Lo malo es que creo que mi peor enemigo soy yo y estas batallas fantasmales que me deleitan y matan en la misma medida.

(P.D. Uno nunca debería escribir sobrio)