Siempre te observo desde la oscuridad,
incluso cuando no estás.
Y te veo.
Te veo, te puedo oír, viviéndome en otra,
otra que ve lo que vi
y escucha lo que me dijiste a mí.
Vestida de negro te descubrí,
y vestida de negro, y sin saberlo, me despedí.
Vestida de negro estoy aquí,
observándote desde la oscuridad,
ahora que ya no estás.
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