lunes, 15 de junio de 2009

MI DISTANCIA

Mi distancia se mide en anhelos, en recuerdos, en ganas y rabietas. En todas las conversaciones que ya no tendremos. En cada mirada que no me dedicarás. En cada caricia que le regalas a otra. En cada pensamiento del que no soy protagonista.
Tu distancia se mide en otros futuros, en una simple amistad, en otras pieles, en otras sonrisas. En (con suerte) un segundo en el que recuerdes que alguien con mi nombre pudo compartir algún momento memorable entre tus madrugadas.

Mi distancia devasta los recuerdos que intento conservar como el elixir de la eterna juventud. La tuya te abre un camino de perfectas imperfecciones esperando a ser aspiradas. De libertades propias que coartarán las ajenas, porque siempre parece ser tuya la última palabra.

La distancia se mide en cada hoja que tu otoño hizo caer al suelo, y que yo he ido recogiendo con la esperanza de que me llevaran tras tus pasos. Con la esperanza de que un día te gires y me encuentres aquí de pie, con las manos llenas de hojas, de recuerdos, de ganas, de futuros, y anhelos. Y nos venguemos de esta distancia convirtiéndola en un tonto recuerdo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aunque carezco de sentimientos, alguna vez los tuve, y en aquella época tu texto me hubiera emocionado.