miércoles, 26 de mayo de 2010

Me pides que me quede aquí
esperando oír tu respiración
mientras mis pulmones luchan
por soportar la tormenta
que sobre oxigena mi razón

Me pides que te mire
mientras te atravieso con las pupilas
intentando desgarrar las penas
que mis adversarios cosieron
entre tus lunares

Me pides que repase los abismos
de tu ombligo
mientras intento desencadenarme
de los vapores que emanan
los poros de tu piel

Me pides que te quiera
mientras miro por la ventana
buscando a aquel señor de la esquina
para comprarle un poema
rosa fucsia para ti.

Y cuando me pidas que me muera
que me muera por ti
estaré firmando en mi tumba
mi propio epitafio, que dirá:
“NUNCA ME FUI”

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