Cómo os puedo explicar que estoy cansada, y aburrida, pero que tengo ganas. Tengo ganas de tener ganas, ganas de olvidarme de quien me tenga que olvidar, y ganas de acordarme de ti con razón, porque vuelves a estar. Cómo os puedo explicar que estoy un poco harta de que se me erice la piel al escuchar "Carpe Diem" y de que me convenzan los manidos argumentos de “la vida sólo es una, aprovéchala”, y aun así ser incapaz de llevarlo a la práctica.
Será que creo ser quien no soy, y que no quiero ser quien soy. Será que pienso que todo es más sencillo de lo que lo hacemos, mientras yo misma me enredo en este ovillo de infinitos hilos con el que intento tejer, no sé muy bien qué, pero algo parecido a lo que llamamos "la vida que yo quiero".
Será esta insoportable duda de si tirar definitivamente la toalla o intentar, una vez más, rodear con ella el cuello de mi peor enemigo (sea quien sea) y apretar con toda mi rabia acumulada, mis frustraciones, mis miedos e incertidumbres hasta llevarme su último aliento.
Lo malo es que creo que mi peor enemigo soy yo y estas batallas fantasmales que me deleitan y matan en la misma medida.
(P.D. Uno nunca debería escribir sobrio)
Será que creo ser quien no soy, y que no quiero ser quien soy. Será que pienso que todo es más sencillo de lo que lo hacemos, mientras yo misma me enredo en este ovillo de infinitos hilos con el que intento tejer, no sé muy bien qué, pero algo parecido a lo que llamamos "la vida que yo quiero".
Será esta insoportable duda de si tirar definitivamente la toalla o intentar, una vez más, rodear con ella el cuello de mi peor enemigo (sea quien sea) y apretar con toda mi rabia acumulada, mis frustraciones, mis miedos e incertidumbres hasta llevarme su último aliento.
Lo malo es que creo que mi peor enemigo soy yo y estas batallas fantasmales que me deleitan y matan en la misma medida.
(P.D. Uno nunca debería escribir sobrio)
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