Que miedo da volver a tenerte delante. ¿Y si ya no nos conocemos? Puede haber desaparecido todo, o puede no haber desaparecido nada. No sé qué es peor. No sé qué temo más.
¿Te has parado un solo segundo a pensar todo esto? No, yo creo que no.
Tú sólo conoces una dirección, una carretera bien asfaltada, una recta sin imperfecciones, sin baches que evitar o temer. Ni siquiera los días nublados dejan lluvia sobre tu asfalto.
La mía, sin embargo, es un tirabuzón que intento planchar a golpe de tus palabras. Pero maldita la vida que se empeña en enredarla.
¿Y si consigo enredarte entre mis curvas? No, no lo creo. Ya lo intenté, pero sólo fue una pequeña parada para estirar las piernas.
El cielo ha descargado sobre mí tus tormentas y las mías.
No sufras, que ya lo hago yo por ti.
1 comentario:
AAAAAy ya entiendo lo de los tirabuzones pequeña.....estoy hurgando en tu cajón...
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